Con la reforma se cambiará la estructura del INE y al menos un 84.6 por ciento de los empleados serán despedidos.
Ayer por la noche la mayoría de Morena y sus aliados en el Senado de la República aprobaron la reforma electoral que cambiará la estructura del Instituto Nacional Electoral (INE), pese a que para muchos pone en riesgo la elaboración del padrón, el conteo de votos y la fiscalización de gastos.
La reforma reduce el Servicio Profesional Electoral y fusiona la estructura del INE con los Organismos Públicos Locales (Oples). Este llamado “Plan B” elimina también las subdelegaciones del INE y reduce al mínimo al Servicio Profesional Electoral, impidiendo contar con personal calificado para supervisar los comicios.
Al menos 2 mil 175 empleados de este servicio serán despedidos, representando el 84.6 por ciento de las plazas. También saldrán otros 2 mil trabajadores administrativos.
Cabe mencionar que anoche, René Miranda, director del Registro Federal de Electores del INE, presentó su renuncia al cargo argumentando que la reforma impactará en la supervisión del padrón. De igual manera anunció su retiro el coordinador de Asuntos Internacionales del INE, Manuel Carrillo.
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