El 25 de diciembre, la Plaza Zaragoza de Monterrey se convirtió en el epicentro de la alegría navideña gracias al Juguetón Azteca, que reunió a cientos de familias para compartir momentos de felicidad y esperanza. Con la entrega de más de 10 mil juguetes, el evento logró iluminar los rostros de niñas y niños de Monterrey y otras partes de Nuevo León. Desde bicicletas hasta muñecas y carritos, los regalos se distribuyeron entre los asistentes, marcando una Navidad inolvidable.
El evento contó con la presencia del alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, y su esposa, Gabriela Oyervides, presidenta del DIF municipal. Ambos lideraron la entrega de obsequios y destacaron la importancia de generar espacios de convivencia y alegría para las familias. “Es vital fomentar la unión y la felicidad en estas fechas, especialmente para los más pequeños, quienes representan el futuro de nuestra comunidad”, señaló el alcalde.
La Plaza Zaragoza en Monterrey, un punto de encuentro festivo
La Plaza Zaragoza, ubicada en el corazón de Monterrey, fue el escenario perfecto para esta celebración. Familias enteras se congregaron desde temprano para disfrutar de una jornada llena de actividades, música, y por supuesto, regalos. Los niños corrían emocionados por el lugar, mientras sus padres capturaban estos momentos en fotografías que, sin duda, quedarán como recuerdos valiosos de esta Navidad.
El Juguetón Azteca no solo consistió en la entrega de juguetes. Durante el evento, los asistentes también disfrutaron de comida, espectáculos y dinámicas organizadas para mantener la magia de la temporada. Los más pequeños tuvieron la oportunidad de bailar, jugar y compartir con otros niños, creando un ambiente lleno de risas y felicidad.
Adrián de la Garza, acompañado por Gabriela Oyervides, encabezó la entrega de regalos y agradeció la participación de todos los involucrados en esta actividad. “La Navidad es una época especial para compartir, y este evento demuestra que juntos podemos hacer la diferencia en la vida de muchas familias”, expresó Oyervides.
Más de 10 mil regalos repartidos
El Juguetón Azteca marcó un récord en la entrega de juguetes este año, con más de 10 mil regalos distribuidos entre los niños asistentes. Desde bicicletas hasta muñecas y carritos, los obsequios abarcaron diferentes gustos y edades, asegurando que cada pequeño recibiera algo especial. Esta hazaña fue posible gracias a la colaboración de ciudadanos y empresas que contribuyeron con donativos para la causa.
El alcalde subrayó que esta edición del Juguetón es parte de un esfuerzo más amplio por fomentar la solidaridad y la esperanza en la comunidad. “Estos regalos no son solo objetos, representan momentos de felicidad y recuerdos imborrables para nuestros niños”, comentó De la Garza. Además, destacó que el evento es un ejemplo del compromiso de Monterrey con sus habitantes, especialmente los más vulnerables.
El éxito del Juguetón también refleja el impacto positivo de las alianzas entre la iniciativa privada, las organizaciones sociales y el gobierno municipal. Según Gabriela Oyervides, “trabajar juntos permite que más niños tengan la oportunidad de vivir la magia de la Navidad, y eso es algo que nos llena de orgullo”.
Una tradición que sigue creciendo
El Juguetón Azteca celebra este año tres décadas de historia, consolidándose como una tradición que trasciende generaciones. Lo que comenzó como un pequeño esfuerzo para llevar alegría a algunos niños, se ha convertido en una campaña nacional que involucra a miles de personas en todo México. Monterrey no ha sido la excepción, y en cada edición del evento, la participación ciudadana ha sido clave para su éxito.
Esta iniciativa no solo busca entregar juguetes, sino también generar un cambio en la manera en que las comunidades celebran la Navidad. Al promover valores como la solidaridad y el trabajo en equipo, el Juguetón se ha convertido en un símbolo de esperanza y unión para muchas familias.
El alcalde de Monterrey y la presidenta del DIF reiteraron su compromiso de seguir apoyando este tipo de actividades, que refuerzan los lazos comunitarios y ofrecen a los niños la posibilidad de soñar en grande. “Sabemos que la Navidad no se trata solo de regalos, pero para muchos de estos pequeños, recibir un juguete es una experiencia que los llena de ilusión y felicidad. Es nuestro deber asegurarnos de que esto sea posible”, concluyó Oyervides.
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